jueves, 20 de enero de 2011
Depilación Láser. Verdades y Mentiras
http://www.abc.es/20110119/sociedad/abci-depilacion-laser-verdades-mentiras-201101191106.html
miércoles, 12 de enero de 2011
Procedimiento e información básica para el paciente
El Instituto de Estandarización Americano (ANSI) establece que los láseres médicos son potencialmente peligrosos si el paciente mira directamente la fuente de emisión, por lo que incluso los fabricantes de aparatos láser destacan la conveniencia de que sean manejados bajo el control de especialistas, como sucede en Estados Unidos.
Para nosotros en Lasertric, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas deberían aprobar las reglamentaciones adecuadas que garanticen las máximas condiciones de seguridad a los pacientes de depilación con láser. Para evitar riesgos la SEME ha elaborado un decálogo que recoge los procedimientos y la información básica que el especialista debe ofrecer al paciente:
- Realizar un historial clínico del paciente para prever reacciones adversas o efectos secundarios no deseados.
- Analizar el tipo de pelo y de piel, ya que la fotodepilación debe adaptarse a sus características.
- Informar pormenorizadamente sobre la técnica que se va a utilizar.
- El paciente debe firmar un documento de consentimiento en que declare estar debidamente informado y autorice expresamente la depilación.
- Conocer los fármacos que está tomando el paciente, puesto que algunos pueden provocar crecimiento del pelo, fotosensibilidad o reacciones fototóxicas, fotoalérgicas y fotodinamizantes.
- Abstenerse de tomar el sol un mes antes del tratamiento, ya que la aplicación del láser en pieles bronceadas puede producir quemaduras.
- La depilación está absolutamente contraindicada en pacientes tratados con ácido 13-cis-retinoico, fotosensibles, fiebre o infección aguda.
- Se deben tomar precauciones especiales con pacientes herpes recurrente, en personas de razas negras o muy oscuras y mujeres embarazadas o en situación de lactancia.
- Normalmente los efectos secundarios (enrojecimiento de la piel y pequeñas inflamaciones) son transitorios e intrascendentes, y en menos del uno por ciento de los casos puede aparecer foliculitis, hiperpigmentación, costras, púrpura, erosiones, cicatrices, fotofobia, aumento transitorio de la pilosidad o edema palpebral.
- Si el láser se aplica accidentalmente en los ojos o en zonas de piel que no son las correctas se pueden ocasionar conjuntivitis, opacidad de la córnea, dificultad para percibir los colores azul y verde, quemaduras y cicatrices.
Para nosotros en Lasertric, el Ministerio de Sanidad y las comunidades autónomas deberían aprobar las reglamentaciones adecuadas que garanticen las máximas condiciones de seguridad a los pacientes de depilación con láser. Para evitar riesgos la SEME ha elaborado un decálogo que recoge los procedimientos y la información básica que el especialista debe ofrecer al paciente:
- Realizar un historial clínico del paciente para prever reacciones adversas o efectos secundarios no deseados.
- Analizar el tipo de pelo y de piel, ya que la fotodepilación debe adaptarse a sus características.
- Informar pormenorizadamente sobre la técnica que se va a utilizar.
- El paciente debe firmar un documento de consentimiento en que declare estar debidamente informado y autorice expresamente la depilación.
- Conocer los fármacos que está tomando el paciente, puesto que algunos pueden provocar crecimiento del pelo, fotosensibilidad o reacciones fototóxicas, fotoalérgicas y fotodinamizantes.
- Abstenerse de tomar el sol un mes antes del tratamiento, ya que la aplicación del láser en pieles bronceadas puede producir quemaduras.
- La depilación está absolutamente contraindicada en pacientes tratados con ácido 13-cis-retinoico, fotosensibles, fiebre o infección aguda.
- Se deben tomar precauciones especiales con pacientes herpes recurrente, en personas de razas negras o muy oscuras y mujeres embarazadas o en situación de lactancia.
- Normalmente los efectos secundarios (enrojecimiento de la piel y pequeñas inflamaciones) son transitorios e intrascendentes, y en menos del uno por ciento de los casos puede aparecer foliculitis, hiperpigmentación, costras, púrpura, erosiones, cicatrices, fotofobia, aumento transitorio de la pilosidad o edema palpebral.
- Si el láser se aplica accidentalmente en los ojos o en zonas de piel que no son las correctas se pueden ocasionar conjuntivitis, opacidad de la córnea, dificultad para percibir los colores azul y verde, quemaduras y cicatrices.
Información Medicina estética
Interesante artículo y un indicador dehacia donde debemos crecer.
http://www.seme.org/area_seme/actualidad_articulo.php?id=2407
http://www.seme.org/area_seme/actualidad_articulo.php?id=2407
viernes, 7 de enero de 2011
Plataforma Médica Laser: El 'botox' reduce la frecuencia de las crisis de m...
Plataforma Médica Laser: El 'botox' reduce la frecuencia de las crisis de m...: "Europa Press. Especialistas de la Universidad de Granada (UGR) han confirmado que la inyección de un anestésico local o de toxina botulínic..."
El 'botox' reduce la frecuencia de las crisis de migraña
Europa Press.
Especialistas de la Universidad de Granada (UGR) han confirmado que la inyección de un anestésico local o de toxina botulínica -conocida como 'botox'- en una serie de puntos, denominados 'gatillo', de la musculatura pericraneal y del cuello reducen la frecuencia de las crisis de migraña en aquellos pacientes que padecen esta enfermedad, según ha informado este miércoles en una nota la propia institución académica.
Estos investigadores granadinos han logrado, además, identificar la ubicación de estos puntos gatillo, cuya activación desencadena crisis de migraña, así como la relación de éstos con la duración de la enfermedad y la severidad de las crisis de cefalea, una experiencia prácticamente universal.
Actualmente existen más de un centenar de tipos de cefalea, siendo la migraña una de las más prevalentes. De hecho, en España afecta aproximadamente al 12 por ciento de la población, siendo de dos a tres veces más común en la mujer que en el hombre. Cuando la migraña pasa de episódica a crónica --más de 15 días al mes--, provoca gran incapacidad en la vida diaria de los pacientes.
Este trabajo es uno de los tres estudios que, simultáneamente, ha elaborado Juan Miguel García Leiva, investigador del Instituto de Neurociencias 'Federico Olóriz' de la UGR, y que ha dirigido la profesora Elena Pita Calandre.
Puntos gatillo en pacientes con migraña
En el primer trabajo, los científicos exploraron sujetos sanos y pacientes diagnosticados de migraña con cualquier frecuencia de crisis al mes y comprobaron las diferencias en la existencia o no de puntos gatillo (que en muchos pacientes tras la exploración les desencadenaba una crisis) y su localización.
Entre las conclusiones de este trabajo, destacan que los 'puntos gatillo' aparecen en un 94 por ciento de pacientes con migraña y sólo en un 25 por ciento de sujetos sanos. Las localizaciones de los puntos gatillo más habituales en los pacientes fueron la zona temporal anterior y la suboccipital, ambas a nivel bilateral, de la cabeza.
Además, encontraron una correlación positiva entre el número de puntos que presenta el paciente con el número de crisis mensuales que padece, y con los años de duración de la enfermedad.
Posteriormente, realizaron otro estudio con 52 pacientes migrañosos (refractarios a los tratamientos farmacológicos habituales) a quienes se les infiltró subcutáneamente 1 ml de anestésico local en aquellos puntos que presentaban durante 3 meses semanalmente.
En aquellos pacientes a quienes se inyectó un anestésico, los científicos observaron una disminución en la frecuencia de crisis superior o igual al 50 por ciento respecto al período basal en un 18 por ciento de pacientes.
Pocas reacciones adversas
En un tercer estudio sobre 25 pacientes con migraña crónica aplicaron 12,5 unidades de toxina botulínica en cada punto gatillo dos veces, espaciadas por un período de tres meses. Se registraron la frecuencia de crisis (variable principal), la intensidad, y diversas escalas para comparar los cambios producidos un mes antes del inicio del tratamiento con el estado del sujeto un mes después de finalizar el mismo. Además, registraron también todas las reacciones adversas durante el estudio, que fueron pocas, leves y transitorias.
La mayor disminución en la frecuencia de crisis con las inyecciones de toxina botulínica se observó en la semana 20. Algo similar ocurrió en aquellas crisis consideradas de intensidad moderada y en el consumo de analgésicos por parte de los pacientes.
Con todo, García Leiva advierte de que este sistema "no es un tratamiento de primera elección para gente con migraña, sino que únicamente puede aplicarse en pacientes con migraña crónica que han probado varios tratamientos con resultados poco o nada alentadores y que muestran sensibilidad periférica en su musculatura".
Recientemente, la FDA de EEUU ha aprobado como medicamento con indicación terapéutica la toxina botulina para el tratamiento de la migraña crónica.
Especialistas de la Universidad de Granada (UGR) han confirmado que la inyección de un anestésico local o de toxina botulínica -conocida como 'botox'- en una serie de puntos, denominados 'gatillo', de la musculatura pericraneal y del cuello reducen la frecuencia de las crisis de migraña en aquellos pacientes que padecen esta enfermedad, según ha informado este miércoles en una nota la propia institución académica.
Estos investigadores granadinos han logrado, además, identificar la ubicación de estos puntos gatillo, cuya activación desencadena crisis de migraña, así como la relación de éstos con la duración de la enfermedad y la severidad de las crisis de cefalea, una experiencia prácticamente universal.
Actualmente existen más de un centenar de tipos de cefalea, siendo la migraña una de las más prevalentes. De hecho, en España afecta aproximadamente al 12 por ciento de la población, siendo de dos a tres veces más común en la mujer que en el hombre. Cuando la migraña pasa de episódica a crónica --más de 15 días al mes--, provoca gran incapacidad en la vida diaria de los pacientes.
Este trabajo es uno de los tres estudios que, simultáneamente, ha elaborado Juan Miguel García Leiva, investigador del Instituto de Neurociencias 'Federico Olóriz' de la UGR, y que ha dirigido la profesora Elena Pita Calandre.
Puntos gatillo en pacientes con migraña
En el primer trabajo, los científicos exploraron sujetos sanos y pacientes diagnosticados de migraña con cualquier frecuencia de crisis al mes y comprobaron las diferencias en la existencia o no de puntos gatillo (que en muchos pacientes tras la exploración les desencadenaba una crisis) y su localización.
Entre las conclusiones de este trabajo, destacan que los 'puntos gatillo' aparecen en un 94 por ciento de pacientes con migraña y sólo en un 25 por ciento de sujetos sanos. Las localizaciones de los puntos gatillo más habituales en los pacientes fueron la zona temporal anterior y la suboccipital, ambas a nivel bilateral, de la cabeza.
Además, encontraron una correlación positiva entre el número de puntos que presenta el paciente con el número de crisis mensuales que padece, y con los años de duración de la enfermedad.
Posteriormente, realizaron otro estudio con 52 pacientes migrañosos (refractarios a los tratamientos farmacológicos habituales) a quienes se les infiltró subcutáneamente 1 ml de anestésico local en aquellos puntos que presentaban durante 3 meses semanalmente.
En aquellos pacientes a quienes se inyectó un anestésico, los científicos observaron una disminución en la frecuencia de crisis superior o igual al 50 por ciento respecto al período basal en un 18 por ciento de pacientes.
Pocas reacciones adversas
En un tercer estudio sobre 25 pacientes con migraña crónica aplicaron 12,5 unidades de toxina botulínica en cada punto gatillo dos veces, espaciadas por un período de tres meses. Se registraron la frecuencia de crisis (variable principal), la intensidad, y diversas escalas para comparar los cambios producidos un mes antes del inicio del tratamiento con el estado del sujeto un mes después de finalizar el mismo. Además, registraron también todas las reacciones adversas durante el estudio, que fueron pocas, leves y transitorias.
La mayor disminución en la frecuencia de crisis con las inyecciones de toxina botulínica se observó en la semana 20. Algo similar ocurrió en aquellas crisis consideradas de intensidad moderada y en el consumo de analgésicos por parte de los pacientes.
Con todo, García Leiva advierte de que este sistema "no es un tratamiento de primera elección para gente con migraña, sino que únicamente puede aplicarse en pacientes con migraña crónica que han probado varios tratamientos con resultados poco o nada alentadores y que muestran sensibilidad periférica en su musculatura".
Recientemente, la FDA de EEUU ha aprobado como medicamento con indicación terapéutica la toxina botulina para el tratamiento de la migraña crónica.
martes, 6 de abril de 2010
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